domingo, 17 de junio de 2012

Campos de amapolas perdidas


Revisando mil papeles antiguos aparecieron ante mi mis notas escolares.
Soy mayor, de la E.G.B.,  de las de 1º a 8º, de las de In, Sufi, Bien, Not y Sobre.
Notas escritas a mano y con tres renglones por evaluación para informar a los padres.
Tengo casi todas las mías y ellas se puede observar "mi progreso". Termino octavo vergonzosamente y todas las evaluaciones, cinco más la final, lo mismo: "Muy distraida, no se centra". "Debe estudiar algo, demasiada distraida", "De seguir tan distraida y sin prestar atención repetirá curso".... Como así fue.
Repetí, siendo igual de distraida y aprobando porque idiota no era.
Hoy, seguro, hubiese sido evaluada como hiperactividad con déficit de atención aunque yo sabía y sé perfectamente cual era la raíz de mi problema de atención.
Mi pregunta es ahora: ¿Cuántos de los casos de hiperactividad de hoy en día se trata realmente de esa enfermedad o hay algún tema oculto?

Hoy estoy removida. Hoy no estoy sola.

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