Me caracteriza una gran obediencia a pesar de mi innata rebeldía.
Ante sabios consejos acepto las ordenes de quien las dicta por saberme humilde y perdido.
Sin embargo, hoy no puedo obedecer.
Me ha pedido que olvide a mi niña, que la deje ir, mientras me recordaba su dolor, su posible separación, su mente de niña en cuerpo de mujer.
Desobedecí, soy libre.
No puedo saber que hay una persona sufriendo gratuitamente,sin consuelo, sin amor, perdida en la edad que se forman tantos valores y quedarme de brazos cruzados, relajada recibiendo mil mensajes de quien un día supo de nuestro cariño que me hacen verla hundirse dejando ridícula la historia de Titanic.
Yo sé que no me lee, pero si de alguna forma supiese de mi, le dejo estas palabras:
Me llamaron para preguntarme por ella y comentarme cosas que como madre adoptiva me hicieron llorar. Abre los ojos, por Amor de Dios, busca soluciones, las que sean, e intenta que esa niña recobre la felicidad.
Yo voy a seguir atendiendo a sus llamadas, interesándome por ella, y luchando por su felicidad. Odiame ya, pero no pienso dejarla.
Encontré la solución que pasa por bajar al armas y enterrar viejas historias. Ella necesita de mis cariño, eso me hace ver, por lo tanto lo tiene, todo, y lo tendrá mientras eso le haga bien.
Me iré el día que mi amor le duela más que mi ausencia.
Qué pasó amiga? En casos así, apoyo tu rebeldía. Recuerdo a la película matrix cuando dice "estamos aquí no por obedecer", así que adelante! Sé que tu actuar es de corazón.
ResponderEliminarAunque tu no creas, es muy probable que te lea.
HOla diego, estoy segura que no me lee, bueno, la verdad es que tampoco se, porque aunque me lo ha dicho es bastante mentirosilla.
ResponderEliminarDesdde esta entrada hasta hoy han pasado muchas cosas que han removido todo. Quizas es largo de contar por un comentario. Puede que haga una entrada pero, sinceramente, he estado a punto de hacerla varias veces y no he encontrado el momento. tú, como siempe, me pones a escribir. !Me encanta!
Si, efectivamente, me salté las leyes de la obediencia y atencia a la chiquilla pero ya me ha vuelto a dar carpetazo. Menos mal que ya me lo espero y no me supone tanto dolor. Es cíclico. Silencio, abandono, llamada, ilusión, caramelo en boca y...... !pluf!.... desaparece.
Así de sencillo. Las primeras veces te llenas de dudas luego te aconstumbras y punto. Ya empiezo a estar aconstumbrada con lo cual atenderla es aun más facil porque ya no hay carga emocional. Mil gracias por abrir la puerta a mis palabras.
Esta vez te quedas?????