España vuelve a ganar "algo" muy importante.
Hace dos años se daba esta misma situación. Yo estaba en una convicencia en una capital andaluza.
Rodeada de compañeras españolas esperábamos ansiosas el partido. La emoción la daba una chica de Paraguai.
No voy a relatar como fue la noche aunque creo que nadie de aquel círculo lee este blog pero, la verdad, es que yo me lo pasé en grande.
Otra chica y yo haciamos creer a las restantes que eramos pavas y no sabíamos que el partido contrario era Paraguai, pensábamos que era Cuba.
Realmente lo hacíamos para disimular lo mal que nos estábamos portando.
La noche, sin embrago, fue muy distinta. En la calle no pararon de gritar, al igual que hoy y el miedo me invadió. Una casa desconocida, la oscuridad y aquellos gritos a pie de ventana apena me dejaron dormir.
Entonces creía estar segura pues mi compañera de habitación y confidente la misma tarde de mis risas cuidaba de la seguridad del lugar.
Ahora, a vista de pájaro, creo que me comporté como una niña absurda pues esta misma persona en quien deposite mis sueños fue la que ridiculizó mis temores con : "Tu tienes miedo hasta de un vaso de agua" y generó situaciones inexplicables.
Ahora gana España. Gritos, petardos y bocinas amenizan la noche y ella, seguro, riéndose otra vez de mi.