miércoles, 12 de septiembre de 2012

" No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento".

martes, 14 de agosto de 2012

No puedo


Me caracteriza una gran obediencia a pesar de mi innata rebeldía.
Ante sabios consejos acepto las ordenes de quien las dicta por saberme humilde y  perdido.
Sin embargo, hoy no puedo obedecer.
Me ha pedido que olvide a mi niña, que la deje ir, mientras me recordaba su dolor, su posible separación, su mente de niña en cuerpo de mujer.
Desobedecí, soy libre.

No puedo saber que hay una persona sufriendo gratuitamente,sin consuelo, sin amor, perdida en la edad que se forman tantos valores y quedarme de brazos cruzados, relajada recibiendo mil mensajes  de quien un día supo de nuestro cariño que me hacen verla hundirse dejando ridícula la historia de Titanic.
Yo sé que no me lee, pero si de alguna forma supiese de mi,  le dejo estas palabras:

Me llamaron para preguntarme por ella y comentarme cosas que como madre adoptiva me hicieron llorar. Abre los ojos, por Amor de Dios, busca soluciones, las que sean, e intenta que esa niña recobre la felicidad.
Yo voy a seguir atendiendo a sus llamadas, interesándome por ella, y luchando por su felicidad. Odiame ya, pero no pienso dejarla.
Encontré la solución que pasa por bajar al armas y enterrar viejas historias. Ella necesita de mis cariño, eso me hace ver, por lo tanto lo tiene, todo, y lo tendrá mientras eso le haga bien.

Me iré el día que mi amor le duela más que mi ausencia.