Me sentía libre, aun bajo el peso de las miradas asesinas y sin una pizca de alcohol en el cuerpo, yo me sentía libre. Mi vuelo me llevaba de flor en flor. Incluso su amiga estaba allí y no solo me invitó a probar su comida sino que me hizo, nos hizo, un gran reportaje de fotos.
Bendita libertad. Hablé, reí y soñé. Me lo pasé tan bien que fui natural.
Miles de fotos, recuerdos y sensaciones. Estaba libre.
No nos damos cuenta de la presión tan grande que sufrimos ante algunas personas, vampiros de la vida, que nos chupan la energía y nos llevan a la muerte. Nos apartan de nuestros seres queridos, nos hacen débiles y, al final, nos tiran como a cigarros rechupados.
Ayer sentí la libertad, ayer fui yo.
Muy dura tu descripción, pero parece tan real que lo comparto!.
ResponderEliminarEs real, muy real. Mil gracias.
ResponderEliminarLo importante fue que tuviste ese sentimiento de sentirte libre y tú misma!
ResponderEliminarSi, asistí a esta reunión "obligada" por el cariño de mis amigas y terminé sintiéndome la mujer más dichosa del mundo. El amor de los demás nos mueve. Allí estab toda mi familia: mi marido, mi hijo y mis amigas. !Un día inolvidable!
ResponderEliminarPor cierto, yo soy la de rosa.
ResponderEliminarEntonces, un placer conocerte! Pero adelante amiga!
ResponderEliminarGracias amigo.
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